Hace una semana, visitando el Mary’s Market de Barcelona, no pude resistirme y terminé comprando estos curiosos zumos. He de decir que claramente me sentí atraída por el packaging y el naming de los mismos: Romantics, mimos de fruta. La gráfica de las etiquetas es joven, fresca y con un toque naïf. ¡Tenía que probarlos!
Los smoothies reciben este peculiar nombre porque es proyecto de «dos románticos empresarios que un día decidieron colgar sus corbatas, remangarse las camisas y ponerse a hacer zumos sanos y naturales de verdad. Así que sólo les podían llamar Romantics. Ellos mismos los producían, los distribuían y los daban a conocer. Todo con un mimo y un cuidado que los hacía únicos.»
Cuando comenzaron a crecer decidieron contratar su comunicación a la agencia de publicidad, con nombre sueco, fundada en Barcelona en 2002 Smäll. Su trabajo ha sido impecable. Aquí va una muestra de algunos de sus carteles publicitarios:
En las etiquetas de los botes, de papel reciclado, se puede leer la receta completa para prepararte el zumo en casa. Son divertidas y me hicieron sonreír. Tienen escritos como este (copio textualmente): «¿Qué son los mimos de fruta? Deliciosos ZUMOS DE FRUTAS SIN concentrados, SIN AÑADIR agua, azúcares o edulcorantes, SIN aromas, ni E’s ni cosas raras.»
«¿Romantics? «Tienes que comer más fruta» La OMS, la mamá, el médico de cabecera, tu mejor amiga… Incluso tu abuela cada domingo, no paran de insistir en que tienes que comer más fruta y más verdura. Nosotros te lo ponemos fácil…»
«Rollo legal: Ingredientes (cómo hacer nuestros zumitos en casa). 10 fresas trituradas con delicadeza (38%), 1/2 plátano firmemente triturado (22%), 1 naranja exprimida con amor (26%), 1/4 de manzana licuada suavemente (95), 4 uvas bien dulces (5%).»
Los zumos están buenísimos, cuestan unos dos euros y medio (va variando dependiendo del establecimiento). Esta es su web: la antigua y la nueva, que está en construcción. Una vez más, tenemos el ejemplo de como una buena gráfica y una buena comunicación pueden diferenciar un producto tan común y cotidiano como es un zumo. Yo acabé picando, comprándolo, probándolo y hablando (bien) sobre ellos aquí. ¿Qué más pueden pedir?
el tornillo que te falta 