Tengo que reconocer que desde hace unos meses me siento bastante obsesionada con el mundo del packaging. Especialmente el que se refiere a bebidas y alimentos. Y sí, lo reconozco, a menudo estos productos me entran por la vista y los compro únicamente porque me enamoro de sus envases y sus gráficas. Así que he decidido hacer una recopilación de algunos ejemplos, cuanto menos destacables, de estos diseños.

Hoy comenzaré con una idea bastante innovadora que acabo de conocer. Se llama Estrella Damm Inedit, una cerveza que “nace del convencimiento de que era necesaria una cerveza capaz de acompañar con el máximo respeto a la mejor gastronomía”. Su éxito está asegurado, ya que detrás de esta marca se esconden las manos y el cerebro del últimamente omnipresente Ferran Adrià, junto con Juli Soler y el equipo de sommeliers de El Bulli.

«Nota de cata: de alta intensidad y complejidad aromática, su aspecto es ligeramente turbio. Muy afrutada y floral en nariz, con sensación de levadura fresca y recuerdos a especias dulces. De textura cremosa y fresca, suave volumen y carbónico delicado. Postgusto largo y de recuerdo afable».

¿Terminaremos por acostumbrarnos a ver a la gente en los grandes restaurantes cenando con cerveza, en vez de vino? La verdad, me cuesta creerlo. Tampoco sé si esta Estrella Damm Inedit será algo tan extraordinariamente diferente a una cerveza «de toda la vida»… Pero tengo que admitirlo: su diseño me ha enamorado.
Querida hermana…. como buena diseñadora entiendo que te fijes en el continente, pero jamas debes olvidar el contenido, y muecho menos tratandose de un bien tan preciado como lo es la cerveza, y menos en epocas estivales.
De todos modos no me sorpende nada ya, si detras de todo esto esta Adria, pues parece que todo lo que toca se convierte en oro o por lo menos, en noticia
La he probado. No puedo valorar el diseño porque no entiendo mucho de la cuestión, pero la cerveza está muy buena. Afrutada pero no muy intensa.
Tuerca, deje usted de beber…