El arquitecto suizo Gus Wüstemann ha decidido comprarse una casa en el Barrio Gótico de Barcelona, ha hecho una reforma y se ha instalado, junto con su familia, en ella. Y esta casa es tan especial que hasta le ha puesto nombre: CRUSCH ALBA.
El espacio no decía mucho en un principio, era viejo, no muy grande y demasiado oscuro. La fachada principal, con tres grandes balcones sobre la calle Banys Nous, fue el punto de partida: la única zona de este piso con una buena luz natural tenía que utilizarse como amplio living que incluyera comedor y salón.
Como se puede ver en la planta, la vivienda tiene una ingeniosa distribución en forma de cruz, una «cruz blanca» (de ahí el nombre del proyecto) que ideó el arquitecto, con el fin de crear un eje de circulación para la parte más complicada y oscura de la vivienda, la zona donde se encuentran los tres dormitorios, la cocina y el baño. El resto de la vivienda permanece diáfana, para aprovechar la luz natural todo lo posible.
El proyecto busca definir el espacio no por paredes, sino mediante puertas correderas, así el apartamento va mutando: a veces es un espacioso loft y en otras ocasiones se convierte en un piso más tradicional, con habitaciones individuales.
En la cruz se han instalado la cocina y el baño, revestidos de materiales blancos resaltados con una potente iluminación, que sirven, a su vez, de zonas de paso, es por ello que todo está escondido en armarios, para enfatizar esta idea de pasillo.
En el resto del espacio, las paredes y techos se han dejado en su estado original, conservando sus acabados y pinturas irregulares las cuales se han protegido con una capa de barniz.












TOC TOC TOC, BUENAS TARDES!!!
WHAT THE HELL IS THIS???
Que envidia mas mala…….pero mala mala………
Jajajajaja sabía que te iba a gustar!!!
Jo! que proyecto de reforma más chulo! Me encanta lo bien que combina los materiales nuevos con las viejas paredes.
Quien tuviera una casa así…
besos
mi futura casa!
acabo de caer aquí… menudo proyectazo!