Bet Capdeferro y Ramón Bosch han rehabilitado, en Olot, esta antigua y espectacular masía, añadiéndole un porche metálico en la zona en la que antiguamente estaba cobijado el ganado.


Los arquitectos hablan de construir «una gran ventana habitable«, y lo cierto es que la ampliación —realizada con una estructura de zinc y cerramientos de cristal— es a la vez ligera y contundente, transparente y opaca, evanescente y sólida.

El porche, convertido en parte de la casa, ofrece un lugar nuevo para ser habitado, un espacio que es interior y exterior a la vez, un lugar que permite disfrutar de las vistas tan afortunadas.


Un proyecto estéticamente espectacular, cuestionado por algunos por temas de privacidad y de ahorro energético. Parece que hay debates que se mantienen inalterables desde que el gran Mies van der Rohe construyera su casa Farnsworth.
Vía: Del tirador a la ciudad y El País.


