Hace menos de un mes, se celebró en Barcelona la entrega del Premio Rosa Barba al mejor proyecto de paisajismo europeo. El proyecto ganador fue la recuperación del frente marítimo de Tel Aviv, obra de Mayslits Kassif Architects.
Hace ya unas semanas que vi en un periódico unas fotografías de este espacio urbano y pensé que debía subir una pequeña entrada al respecto. Lo pensé porque me gusta el proyecto, porque me gusta la naturalidad de las lamas de madera de pino con formas onduladas, que me recuerdan a los antiguos muelles, a las dunas de las playas y a las olas del mar.
Me gusta que el espacio se construya desde un punto de partida de lo económico, sin vegetación de difícil y costoso mantenimiento (en una zona rodeada por mar, no lo encuentro necesario). Me gusta que prácticamente no haya nada, que los protagonistas sean los propios materiales y los usuarios del espacio. Me atrae que se busque lo práctico y lo duradero, lo respetuoso con el entorno natural, sin artificios que restan importancia al mar. Y por último, me gusta el mobiliario urbano, porque es mínimo y diferente a lo que veo cada día.


