George Hoyningen-Huene es uno de los fotógrafos de mayor talento que trabajó en París en los años 20-30.
Nació en San Petersburgo en 1900. No se dedicó a la fotografía hasta que se instaló en Paris en 1920. En 1925 empiezó a trabajar para Vogue y a partir de ahí su éxito fue arrollador.
Los rasgos que mejor definen toda su obra son, por un lado, su profunda admiración por el arte clásico, especialmente por la escultura griega y que le ayuda a que los modelos adopten posturas de una gran plasticidad con un sentido casi escultórico. Representan un ideal de belleza y por eso la expresión de sus rostros esta ausente.
Por el otro lado, siempre acostumbraba a envolver a los personajes en una atmósfera de silencio, de misterio muy surrealista y que concede un talante un tanto inquietante, pero que ejerce una irresistible atracción sobre el espectador.
En 1935 emigró a Norteamérica. Primero vivió en Nueva York y allí trabajó para Harper´s Bazaar y después se trasladó a Hollywood donde, además de retratar a las estrellas de cine, produjo también algunos cortometrajes. Murió en 1968.
Qué gran época!