San Sebastián es una ciudad realmente espectacular. Sus playas, sus edificaciones, su hostelería, su comercio, su gente… todo en ella me gusta.
Os cuento esto porque el sábado, además de comer hamburguesas en Zarautz, también tuve tiempo para perderme por esta ciudad.
Podría traeros miles de fotos de sus rincones más típicos, pero la verdad es que yo me limité a pasear sin rumbo, sin pensar demasiado.

Y cuando caminas así, suele ocurrir que encuentras lugares escondidos y detalles que de otra manera suelen pasar desapercibidos.

Como este patio de manzana, lleno de tesoros vintage, o este escaparate que enseña poesía…

Hoy dejadme
a mí solo
ser feliz,
con todos o sin todos,
ser feliz
con el pasto
y la arena,
ser feliz
con el aire y la tierra,
ser feliz,
contigo, con tu boca,
ser feliz.

Poema: Fragmento de Oda al día feliz, de Pablo Neruda. Imágenes © Begoña Lumbreras



Precioso poema!!
Y precioso Donosti, por supuesto… siempre!
Ya tenía ganas de comentar en este gran blog… ;-D
Siempre!!! Ya te echaba de menos por aquí… :) Un besazo Allen!!!
Qué bonito Donosti!!! ya me daba yo ahora un paseo por allí, y sobre todo, me iba a papear unos pintxakos del copetínnn!!!!
Que bonitas fotos y qué rincones privilegiados……me ha encantado!! la pena no tenerlo más cerca!
Es una suerte tener a alguien capaz de descubrir lo que la mayoría de nosotros no somos capaces de ver, y que generosamente lo comparta con los demás.
El poema de Neruda <3
Pingback: San Sebastián, Japón y otras coincidencias | El tornillo que te falta
Pingback: Algunos descubrimientos en San Sebastián | El tornillo que te falta