Retomamos los sábados fotográficos hablando de Terry O’Neill, que me viene a la mente gracias a la retrospectiva «El rostro de las leyendas» que puede visitarse en el Espacio Fundación Telefónica de Madrid.
En ella se puede ver, hasta el próximo 12 de enero, 62 instantáneas en blanco y negro y en color que recorren las cinco décadas de trabajo del artista.
La carrera de este fotógrafo británico comenzó en los años 60 a partir de un golpe de suerte. Su intención era viajar a Estados Unidos para convertirse en músico y acabó haciendo una foto al secretario de Asuntos Exteriores británico dormido en el aeropuerto de Londres. Un periódico compró la imagen y su carrera dio un giro de 180 grados.
Su estilo personal se define en dos factores, el uso de una cámara de 35mm, mucho más ligera y manejable que la mayoría de equipos de la época, y el tiempo que pasaba con sus retratados, con quienes pasaba días enteros, convirtiéndose en su sombra. El resultado es un estilo natural, directo e informal que se mantiene a lo largo de su carrera.
O’Neill fue además pionero en retratar a grupos de música. Fue el primero en fotografiar a los Beatles y a los Rolling Stones, y publicar ese material en prensa.
Además, también ha podido fotografiar a grandes supermodelos, desde Jean Shrimpton hasta Naomi Campbell o Kate Moss, así como a bellísimas actrices de la talla de Ava Gardner, Raquel Welch o Goldie Hawn.
Según O’Neill, las tres reglas fundamentales de un gran fotógrafo son: ser invisible, tener paciencia y saber combinar la discreción y las relaciones públicas. Esto le ha valido un éxito indiscutible a través de unas imágenes espontáneas y cercanas. En la actualidad acepta encargos excepcionalmente.
Información vía Fundación Telefónica. Imágenes © Terry O’Neill.











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