El sábado pasado compartí con vosotros unas imágenes muy entrañables hechas por un joven fotógrafo japonés que, durante varios años, ha estado sacando fotos a su abuela, acompañada siempre de su fiel gato.
Pues hoy os muestro algo parecido… cambiando a la simpática abuela por un niño y al gato de ojos bicolores por este perro tan bonachón, un Bulldog Francés.
Las imágenes son de la fotógrafa japonesa Aya Sakai y el protagonista es su hijo, quien no se separa nunca de su mejor amigo de cuatro patas.
Puedes ver todas las imágenes en Ayasakai on Instagram.
Soy una amante de los perros, así que igual no soy muy objetiva… Pero la verdad es que viendo la complicidad y el cariño entre ambos es imposible no ver todo lo bueno que puede aportar un animal así a cualquier persona responsable.