¡Buenos días! Comenzamos la semana viajando al barrio madrileño de Malasaña para visitar un pequeño apartamento de tan sólo 24 metros cuadrados.
La minúscula vivienda, recién reformada por el estudio Nimú, está diseñada para cubrir las necesidades de una casa de uso vacacional.
Ya que el espacio disponible es mínimo, era fundamental hacerlo lo más luminoso y funcional posible.
Por ello las diseñadoras se decantaron por el blanco como color principal, tanto en la estructura como en el mobiliario, y en crear armarios a medida para albergar la cocina y los espacios de almacenaje.
Los focos de atención los situamos en las carpinterías negras, las vigas históricas de roble y algún punto de color en rosa o verde en los complementos.
Las interioristas de Nimú, la holandesa Fayette Proper y la española Margarita Antes, han optado por un diseño escandinavo, con la mayoría de muebles de Ikea, pero sin renunciar a esa personalidad madrileña tan presente en el barrio de Malasaña.
Un gran trabajo que muestra cómo con ideas creativas y mucho conocimiento de la profesión se pueden lograr resultados espléndidos a pesar de las grandes limitaciones.
Proyecto © Nimú. Imágenes © José Luis de Lara. Vía: AD Architectural Digest.
Qué apañadito y limpito!