En los días grises, como el de hoy, no me apetece publicar. Busco y revuelvo, pero no encuentro la inspiración…
Y es que cuando tengo los pies fríos no pienso con claridad, qué queréis que os diga…
En los días grises, como el de hoy, todo cuesta el doble… Y es que da igual lo que te digan, porque para ti todo vale un mundo entero.
Pero lo bueno de los días grises es que terminan. Y lo malo pasa y lo bueno llega. Así que mejor esperamos y lo dejamos aquí hasta mañana…
Imágenes vía Pinterest.