¡Buenos días! Hoy quiero enseñaros esta preciosa casa de playa en Comporta, a tan solo una hora del sur de Lisboa.
A pocos metros del agua y de la arena blanca, la vivienda se encuentra rodeada de una frondosa vegetación autóctona donde predominan los pinos, las higueras y las mimosas.
La vivienda pertenece a los responsables de la Galerie Saint Jacques de Toulouse: la pareja formada por el interiorista Thierry Mérillou y el arquitecto Daniel Suduca, ambos especializados en proyectos residenciales, en las artes decorativas y las antigüedades.
Cuando la compraron, la parcela era una enorme extensión virgen de 5.000 m2 . En ella solo había una modesta choza con tejado de paja, como las que los agricultores de la zona han construido tradicionalmente con los restos vegetales de los arrozales vecinos.
Estas construcciones “son exclusivas de esta comarca, solo se encuentran en un radio de ocho kilómetros a la redonda. No hay mucha gente que sepa hacerlas. Por eso, trabajar con el constructor Nuno Carvalho fue crucial. Él es oriundo de Comporta y conoce muy bien la arquitectura local, las proporciones y los materiales autóctonos.”.
A partir del edificio original se levantaron otros dos pabellones formando un hueco central que actúa como patio. El más antiguo acoge ahora los cuatro dormitorios, mientras que en los otros dos se encuentran el salón y la cocina-comedor.
Los tres módulos se comunican por unas pasarelas exteriores de madera, muy parecidas a las que se utilizan en las playas El paisajista Louis Benech les ayudó con el jardín.
En el interior, la sencillez, el rigor y la elegancia han sido su pauta estética. “Nos encantan los años 50 y 60, pero existen pocos ejemplos de muebles contemporáneos portugueses de esas décadas, por eso trajimos la mayoría de Francia y los combinamos con artesanía local: cerámica, esteras o menaje realizado con corteza de alcornoque.”
Vía: AD Architectural Digest. Imágenes © Manolo Yllera.