La obra de Mikel Lertxundi, escultor vizcaíno, sobrecoge al verla. Nació en 1951 y desde muy joven comenzó a interesarse por el arte. Su obra tiene como fundamento la unión de los materiales piedra, madera y hierro: ensamblaje que se ha convertido en la fuerza motriz de su espíritu creador e investigador y en lenguaje, o modo de expresión, que en los últimos años ha llegado al espectador enriquecido con los elementos agua, aire y fuego.



