Entre querer o no querer, qué queréis que os diga, yo elijo querer. Y parece una tontería, pero en realidad no lo es, porque os aseguro que llevo tiempo fijándome, y lo que a priori parece una decisión obvia, por lo visto, no lo debe de ser para mucha gente.
Porque lo he vivido. Hay muchas personas que se quieren, o quieren poco, o nada, o no lo suficiente, o quieren mal.
Yo sé que a veces no se está para nadie, que no se puede estar siempre con la sonrisa en la boca, porque a veces lo que apetece es encerrarte y mañana será otro día.
Pero aún así, siempre se puede decidir entre querer o no querer. Y me refiero a querer bien, desde dentro, en general, como norma. Porque eso que dicen, de que siempre hay dos maneras de ver el mundo es del todo cierto.
La de querer o no querer. Y entre querer o no querer, qué quieres que te diga, yo elijo querer(te).
Imágenes vía Pinterest.