¡Buenas tardes! Por fin viernes, muy gris y lluvioso, pero viernes al fin y al cabo. No veo el momento de empezar el fin de semana y desconectar un poco del día a día, pero antes os dejo un proyecto completamente opuesto al de ayer, pero no por ello menos interesante y apetecible.
Y lo digo porque la de ayer era una vivienda unifamiliar de varias plantas y muchos metros cuadrados en la provincia de Barcelona, y hoy os traigo un apartamento muy castizo, de tan solo 40m2, en el centro de Madrid.
En él vive Fernando García, un apasionado de la decoración y experto rescatador de piezas del midcentury. Por eso Fernando, que hasta hace tres años fue socio de Juanma Lizama de la tienda de mobiliario Vintage 4P, optó por una decoración años 50, que es la que vendía en la tienda. El resultado es una selección de mobiliario exquisito capaz de ponerme los dientes largos.
Este piso se encuentra en un edificio tipo corrala, de 1809. Con solo dos balcones a la calle, había sido reformada por última vez en la década de los 70. Cuando Fernando adquirió la casa tenía claro que quería cambiar la distribución de la misma: había tres habitaciones, dos de ellas ciegas, y su propósito era dejarlo todo diáfano.
Para ello contó con la mano experta del interiorista Erico Navazo.
“Lo tiré entero excepto el muro de carga central para dejar un buen salón, un solo dormitorio, un pequeño baño y una cocina testimonial, porque ni desayuno, ni como, ni ceno en casa”, explica el propietario.
«No dejó las vigas de madera vistas – “demasiado rústico”–, pero sí decapó las ventanas originales y encontró las contraventanas que les faltaban buscando en contenedores. Con unas pocas más hizo las puertas de su armario. En el suelo puso una tarima de pino sin tratar que se va poniendo gris al lavarse con lejía.»
Vía: AD Architectural Digest. Imágenes © Manolo Yllera.