
Querido 2014:
Ahora que ya estás aquí, puedo confesarte que te he estado esperando con ansiedad, con optimismo y con mucha esperanza de que traigas tiempos mejores.
Es verdad que el 2013 me ha regalado muchos buenos y muy bonitos momentos, además de bastante salud para mí y los míos. Pero también te confieso que por otros motivos, que ahora no vienen al caso, estaba deseando dejarlo marchar para no verlo más y hacerte sitio a ti.

Como una relación de dos no funciona sin que ambas partes pongan de su lado, he decidido escribirte esta pequeña carta, con un contrato que, si te parece bien, nos comprometeremos a cumplir los dos.
QUERIDO 2014, TE PROMETO QUE:
… procuraré tener más paciencia. No dejaré que mis momentos de estrés repercutan en otros. Seguiré practicando deporte a diario y cuidándome a mí y a los que me rodean. Prometo sonreír y ser agradecida. Prometo divertirme y emocionarme, prometo escuchar y no juzgar. Prometo afrontar la vida con madurez y también dejarme sorprender. Prometo perdonar y comprender. Prometo reírme y también prometo disfrutar y aprender cada día. Además, me comprometo a ser más aventurera, me comprometo a superar mis miedos y a probar muchas nuevas cosas por primera vez. Me comprometo a no dejarme llevar por los momentos de tristeza, seré fuerte y lucharé por lo que crea que merece la pena defender. Prometo hacer que cada 365 días que me regales merezcan la pena ser recordados.

QUERIDO 2014, A CAMBIO TE PIDO QUE:
… nos protejas, nos des salud y felicidad. Te pido amor, valor, un poco de suerte y mucha energía. Te pido creatividad, inspiración y constancia. Te pido viajes y aventuras, sorpresas y emociones. Te pido fortuna para nuestros trabajos… Te pido abrazos inesperados, besos a todas horas, ataques de risa, bailes desenfrenados… Te pido que me evites la tristeza, las desilusiones, las lágrimas y las decepciones. Te pido que me cuides a mí y a los míos.

Firmado: 2014 & Begoña