Archivo de la etiqueta: poema

Rosalía de Castro

rosalía de castro

«Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros,
ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros,
lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso
de mí murmuran y exclaman:
Ahí va la loca soñando
con la eterna primavera de la vida y de los campos, […]»*

Rosalía de Castro. (1837 – 1885)

*Fragmento del poema «Dicen que no hablan las plantas», un canto a las ilusiones vitales, incluyéndolo en su libro de poemas «En las orillas del Sar». Publicado en 1884, un año antes de su muerte, es el único que escribió íntegramente en castellano.

Noche de San Juan

NOCHE DE SAN JUAN (1)

Estoy deseando que den las nueve para cerrar la persiana de la galería y subir al barrio, porque hoy, en la noche de San Juan, todos los vecinos salimos a la calle para cocinar y cenar juntos al aire libre.

NOCHE DE SAN JUAN (3)

No se me ocurre un plan mejor para celebrar la noche más corta del año y con ella la llegada del verano.

NOCHE DE SAN JUAN (2)

Mi aportación a la cena va a ser una tarta de limón. ¡La primera que hago en mi vida! Un poco arriesgado porque no sé qué tal estará de sabor, pero ayer me vine arriba y me dio por ahí… ¡Ya os contaré la receta si sale buena!

NOCHE DE SAN JUAN (5)

Y por supuesto, antes de dormir, pediré mi deseo y lo quemaré y confiaré en que se cumpla… ¡Feliz noche de San Juan tornis!

NOCHE DE SAN JUAN (4)

«…Rojos chisporrotean
los remolinos de las bruscas hogueras;
leña sacrificada
que se desangra en altas llamaradas,
bandera viva y ciega travesura.
La sombra es apacible como una lejanía;
hoy las calles recuerdan
que fueron campo un día…»

NOCHE DE SAN JUAN (6)

Imágenes vía Pinterest. Poema: Fragmento de «La noche de San Juan» de Jorge Luis Borges.

William Ernest Henley

William-Ernest-Henley

Invictus

Más allá de la noche que me envuelve,
negra como un pozo insondable,
doy gracias al Dios que fuere,
por mi alma inconquistable.

Caído en las garras de las circunstancias,
no he gemido ni llorado.
Ante las puñaladas del azar,
si bien he sangrado, jamás me he postrado.

Más allá de este lugar de ira y llantos,
acecha la oscuridad con su horror,
no obtante la amenaza de los años me halla,
y me hallará sin temor.

Ya no importa cuan recto halla sido el camino,
ni cuantos castigos lleve a la espalda:
soy el amo de mi destino,
soy el capitán de mi alma.

William Ernest Henley. (1849–1903)

Texto original en inglés aquí.

Hagamos un trato

Hagamos un trato (1)

Compañera
usted sabe
que puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo.

Hagamos un trato (3)

Si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo.

Hagamos un trato (4)

Si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo.

Hagamos un trato (2)

Pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted
es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe
que puede
contar conmigo.

Hagamos un trato (9)

«Hagamos un trato» de Mario Benedetti. Imágenes vía Pinterest.

Pablo Neruda

Pablo Neruda

Esta vez dejadme
ser feliz,
nada ha pasado a nadie,
no estoy en parte alguna,
sucede solamente
que soy feliz
por los cuatro costados
del corazón, andando,
durmiendo o escribiendo.
Qué voy a hacerle, soy
feliz.
Soy más innumerable
que el pasto
en las praderas,
siento la piel como un árbol rugoso
y el agua abajo,
los pájaros arriba,
el mar como un anillo
en mi cintura,
hecha de pan y piedra la tierra
el aire canta como una guitarra.

Tú a mi lado en la arena
eres arena,
tú cantas y eres canto,
el mundo
es hoy mi alma,
canto y arena,
el mundo
es hoy tu boca,
dejadme
en tu boca y en la arena
ser feliz,
ser feliz porque si, porque respiro
y porque tú respiras,
ser feliz porque toco
tu rodilla
y es como si tocara
la piel azul del cielo
y su frescura.

Hoy dejadme
a mí solo
ser feliz,
con todos o sin todos,
ser feliz
con el pasto
y la arena,
ser feliz
con el aire y la tierra,
ser feliz,
contigo, con tu boca,
ser feliz.

Oda a la Felicidad. Pablo Neruda. (1904 – 1973)

Imagen: Pablo Neruda en 1952. (Photo by Keystone/Getty Images)