Hoy, en el blog, viajamos hasta Madrid para visitar uno de los últimos restaurantes inaugurados en la ciudad y que, en menos de un mes, se ha convertido en uno de los locales más de moda.
En el número 31 de la calle Corredera Baja de San Pablo, en el popular barrio de Malasaña, encontramos el Bar Galleta. Pronto ha llamado la atención de la gente, además de por su curioso nombre, por tratarse de un soplo de aire fresco dentro del tipo de restaurantes que pueblan la zona.
Uno de sus fundadores es Carlos Moreno Fontaneda, y viendo su apellido todo cobra sentido. De ahí su simpático nombre y de ahí también su decoración, enfocada en convertir el restaurante en un auténtico homenaje a las galletas Fontaneda.
Así, en sus vitrinas retroiluminadas vemos carteles antiguos de publicidad, latas, viejos utensilios de cocina e incluso está Triki, el simpático monstruo de las galletas, convirtiendo el local en un pequeño museo lleno de historia y curiosidades.
En cuanto al diseño del espacio destacan las paredes de ladrillo visto, la madera decapada y los espejos, que ayudan a dar sensación de amplitud.
La iluminación, basada en distintos modelos de luminarias de aspecto retro, crea puntos de atención en las mesas y se vuelve más tenue y difuminada en el resto del espacio, generando un ambiente acogedor y muy agradable para el comensal.
Un ambiente rústico sofisticado, donde las flores y las velas conforman la guinda el pastel… Un pastel con base de galleta, como no podía ser de otra manera.
Imágenes © Bar Galleta.