¡Buenos días tornis! Llegamos al viernes con una casa en Lesbos, Grecia, que todavía nos hace pensar en las tardes de verano de sobremesas en el jardín.
Esta espectacular vivienda, ideada como casa de veraneo compartida por tres familias, era antiguamente una herrería.
Los arquitectos daneses Dorte Mandrup-Poulsen, Louise Becker y Jens Thomas Arnfred, propietarios de la misma, la han reformado conservando su estilo y muchos de sus elementos históricos más característicos.
Lesbos es una isla al noreste del Mar Egeo. En el sur de la isla está el pequeño pueblo de Plomari, donde se encuentra esta vivienda. Dicen que lo mejor de esta zona del país es que no se ve afectada por el turismo y que por ello se preserva gran parte la tradición griega. Casas de todas las formas, tamaños y colores conforman la arquitectura ecléctica de la ciudad, así como fábricas semiderruidas, edificios abandonados y antiguas mansiones enmarcadas por frondosos bosques de olivos frente a brillantes paisajes marinos azules.
El edificio de 1930 había estado abandonado durante un tiempo antes de que Dorte y sus compañeros de arquitectura rediseñaran y renovaran el espacio en 2009.
La construcción de piedra original consistía en una sola habitación abierta, por lo que construyeron una estructura de madera en un extremo del espacio (que contiene camas, una cocina y un cuarto de baño), para crear más rincones.
Las reliquias le dan más encanto al hogar, como las herramientas del herrero, la estufa de hierro tradicional, las mesas de metal viejo y las ventanas de hierro originales.
«Cuando se transforma un edificio antiguo es importante no eliminar el alma de lo que había allí. Si todo se renueva, se convierte en demasiado perfecto».
Vía: Kinfolk. Imágenes © Wichmann + Bendtsen
Me suelen gustar mucho las rehabilitaciones de espacios industriales para convertirlos en viviendas. Pero ésta se lleva la palma de lo espectacular. Sobre todo por su sobriedad. Y por cómo utiliza la madera. Me gusta mucho el mueble de la cama integrada.
Yo me quedo con la salamandra calefactora, con tubo y todo. Me recuerda una que había hace muchos años en nuestra vivienda unifamiliar en la que quemábamos antracita, para calentar la casa.¡Cómo ha cambiado la vida!