
Me alegra ver que grandes empresas, como es el caso de Vitra, apuestan por fabricar piezas de diseño para los niños. Pienso que muchos de los niños de hoy no son capaces de valorar su entorno, de cuidar sus juguetes o los muebles de su dormitorio, de interactuar con ellos (recuerdo cómo de pequeña me servían dos sillas y una manta para construir mi propia casita de juegos).

Diseñadores tan importantes, a lo largo de la historia. como Charles y Ray Eames ya fueron pioneros en el ámbito de los muebles para niños. Sus proyectos demostraron que se puede recurrir a algo más que a el rosa y el azul y a los motivos de dibujos ánimados, que la función podía e incluso debía revestir una importancia primordial.

Este diseño del matrimonio Eames es de 1945 y se llama Plywood Elephant y fue incluido en el catálogo de Vitra con motivo de una edición aniversario (el 100 cumpleaños de Charles Eames) como una edición limitada de sólo 2000 unidades. El éxito fue rotundo.

De este proyecto complejo, desde el punto de vista de su fabricación, en 1945 se produjeron tan sólo dos prototipos, que se exhibieron en el Moma de Nueva York. Este objeto fue diseñado como juguete y asiento para niños y en la actualidad se le considera también un auténtico icono del diseño, un objeto de coleccionista. Por ello Vitra decidió hacer una versión en plástico, más apto para niños y que se comercializa a un precio mucho más económico.

También Verner Panton contribuyó con su legendario Panton Chair a la colección de Vitra for Kids. A los niños siempre les ha encantado esta silla, por sus colores intensos y alegres, así como por sus contornos agradables y suaves: como mueble y como juguete. Así nació la Panton Junior, la cual salió al mercado en 2006.