¡Buenas tardes! Hoy quiero enseñaros uno de esos proyectos que resultan geniales gracias, en parte, a que los arquitectos lo han diseñado completamente a placer, con absoluta libertad de decisión.
Se trata de este estudio de arquitectura que el equipo de La Shed ha diseñado para albergar su propio espacio de trabajo.
Las oficinas se sitúan en un antiguo almacén de Montréal y la reforma se ha llevado a cabo respetando esa estructura clásica que presentaba el edificio, pero adaptándola a las nuevas necesidades y contrastándola con una estética moderna y desenfadada., llena de soluciones y detalles constructivos de interés.
La zona común, donde se encuentran todos los puestos de trabajo, se ubica en la zona principal del estudio, un espacio de concepto abierto expuesto a los grandes ventanales que dan a la calle, aportando abundante luz natural y sirviendo como escaparate y reclamo hacia los viandantes.
El color predominante en paredes, techos y mobiliario es el blanco, salvo unos pequeños toques en naranja coral que focalizan los puntos de atención, rompiendo la monotonía del espacio.
Resguardada a la vista encontramos la sala de reuniones, un espacio con celosías translúcidas, ubicadas estratégicamente detrás de la biblioteca principal, ideal para recibir a los clientes. Una solución fantástica, en la que se logra atrapar la luz natural sin perder la privacidad que se requiere en un espacio como este.
El resto de las zonas comunes está formado por una habitación resguardada que funciona como cocina y papelería y un acceso a una pequeña planta subterránea en la que están los servicios.
Un ambiente en piedra y tonos oscuros que crea un contraste fantástico con la luminosidad y el blanco de la planta principal.
En conclusión, un espacio de trabajo fantástico de cara al trabajador: funcional, luminoso, aireado, espacioso y alegre, capaz de conquistar con su diseño al cliente más exigente.
(Por cierto, ya os enseñé otro proyecto de este estudio. Si queréis verlo éste es el enlace. ¡Feliz día!)
Vía: la SHED Architecture. Images © Maxime Brouillet.