¡Buenas tardes! Hace unos días tuve la oportunidad de escaparme un fin de semana largo a conocer Oporto, en Portugal.
Como os podéis imaginar, en cuanto puse el primer pie en la ciudad me volví completamente loca con la cámara. Todo lo que veía me parecía digno de ser fotografiado.
Pero éramos un grupo de nueve, así que las fotos no podían ser ni pausadas ni estudiadas. Más bien son un recuerdo de mis miradas aquí y allá, un poco emocionadas y caóticas.
La pequeña selección que os enseño hoy son detalles de los famosos azulejos de la ciudad. Están en todas partes: decorando interiores y fachadas, adornando pequeñas casas humildes y grandes edificios religiosos o institucionales.
Estos azulejos de vivos colores nos hablan de la historia de la ciudad y de las tradiciones de sus gentes. Juntos forman un perfil urbano de una belleza aparentemente decadente, pero que en realidad está conservada con gran acierto, aportando gran personalidad y carácter a cada rincón de Oporto.
Imágenes © Begoña Lumbreras.