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Monodosis de diseño VI – The Red Blue Chair

Probablemente el diseñador, arquitecto y carpintero Gerrit Rietveld (Utrecht, 1888 – Países Bajos 1964) ha sido uno de los profesionales que más ha caminado en la frontera entre todas esas profesiones y el arte.

The Red Blue Chair

Su historia multidisciplinar es apasionante. Hijo de ebanista, a los 30 años puso en marcha su fábrica de muebles, mientras terminaba la carrera de arquitectura. Un año antes, en 1917, diseño una de sus piezas más icónicas: la silla Red Blue, que sufrió numerosas variaciones. En un principio la acabó en madera natural, luego la pintó con la paleta de colores primarios del movimiento de arte De Stijl: negro, gris y blanco para finalmente, terminar pintándola como la conocemos hoy, gracias a la influencia de las las pinturas de Piet Mondrian.

 

The Red Blue Chair 2

Este diseño, de formas simples, fue ideado para ser fabricado en serie. Actualmente, es valorada hasta el punto de estar expuesta en el MOMA de Nueva York.

Monodosis de diseño V – Cenicero Copenhague

Parece mentira que un cenicero de plástico diseñado en 1966 pueda trascender en la historia. Pocas personas ajenas al mundo del diseño se habrán detenido en prestarle atención, pero para nosotros, el Cenicero Copenhage de André Ricard es un gran ejemplo de lo que llamamos «buen diseño»: un producto atemporal que nació para solucionar problemas, mejorando un objeto que ya existía.

cenicero-copenhague

Hasta que llegó este modelo, los ceniceros eran planos, de poca capacidad, se veían las colillas, los cigarros quedaban sueltos y al menor soplo de aire las cenizas salían volando.

cenicero-copenhague 2

Para mejorarlo, André Ricard propuso, según palabras textuales, «un cilindro de plástico ignífugo lo bastante profundo para evitar que las cenizas se esparzan y a la vez ocultar las colillas en el fondo, un entalle en el borde para sujetar con firmeza el cigarrillo y una emergente columna central en la que apagar las colillas.» Además, es ligero y apilable y casi 60 años después sigue funcionando sin que el paso del tiempo le afecte. Visto lo visto, creo que lo único que le puede hacer desaparecer es que por fin, algún día, se deje de fumar.

Monodosis de diseño IV – Silla Toledo

Es verdad que hubo algunos intentos anteriores, pero se puede decir que hasta que Jorge Pensi no diseñó, en 1988, su silla Toledo, las sillas metálicas no tenían ningún lugar destacado en la historia del diseño.

silla toledo

Pero la Toledo nació con ganas de diferenciarse y marcó un nuevo camino. Su estética es impecable, sirve tanto para interiores como exteriores, sus aberturas aportan ligereza al material y sus formas dignas y atemporales responden además a una función muy práctica: la de poder apilarse unas encima de las otras.

toledo

«Está constituida por cuatro piezas de aluminio fundido por el método de coquilla, un procedimiento que permite el anodizado y le da esa peculiar calidad superficial y además una gran resistencia a factores climáticos.» André Ricard en Hitos del diseño. Editorial Ariel.

Monodosis de diseño III – Modulor

No hay estudiante de diseño o arquitectura que no haya conocido, en sus primeros meses de carrera, a este tipo musculoso con la mano levantada. Para los que no tengáis el placer, os presento: Modulor – Lectores… Lectores – Modulor.

modulor

Modulor nació, gracias a Le Corbusier, en el año 1948. Se trata de un sistema de medidas del cuerpo humano que sirven como base para aplicarlas al diseño y construcción. El arquitecto lo publicó por primera vez en el libro «Le Modulor».

modulor 2

«Las medidas parten desde la medida del hombre con la mano levantada (226 cm) y de su mitad, la altura del ombligo (113 cm). Desde la primera medida multiplicando sucesivamente y dividiendo de igual manera por el número de oro se obtiene la llamada serie azul, y de la segunda del mismo modo la roja. Siendo cada una una sucesión de Fibonacci y permitiendo miles de combinaciones armónicas.»

Imagen portada libro © nathanguitars.

Monodosis de diseño II – Moka Express

La cafetera Moka Express, probablemente la más famosa de todos los tiempos y presente prácticamente en todas las casas, es una versión mejorada por Bialetti de la Caféolette, la primera patente de cafetera registrada, diseñada por el francés Descroisilles en 1802.

Moka Express (1)

El funcionamiento de la Moka Express se produce gracias al hervor del agua que, bajo presión, atraviesa el café extrayendo de él el aroma e intensidad, sin aguarlo. Para ello Bialetti necesitaba encontrar piezas robustas y que ajustaran perfectamente entre sí, requisitos que encontró resueltos en el recién descubierto aluminio. Sus formas angulosas, con claras referencias al Art Déco, responden al gusto estético de la época.

Moka Express (2)

La Moka Express es un buen ejemplo de cómo puede mejorarse un diseño existente utilizando el ingenio y las cualidades de los nuevos materiales. Además, éste es un diseño democrático, ya que la Moka Express llevó a todas las familias la posibilidad de tomar un buen café, como el de máquina, en sus propias casas.

Monodosis de diseño I – Silla Thonet n.º 14

Este verano he creado para vosotros una serie de monodosis de diseño. Son pequeñas píldoras con vitaminas, en forma de algunos de los mejores diseños de todos los tiempos. Empezamos con la Silla Thonet n.º 14.

SILLA THONET (1)

En 1859, el ebanista Michael Thonet revolucionó la industria del mobiliario al fabricar sillas de madera curvada, mediante el uso de vapor y otros líquidos en ebullición. Con esta nueva técnica Thonet logró diseños más sinuosos y ligeros, facilitar la producción y solucionar los complicados sistemas de montaje, abaratando así los costes finales del producto.

SILLA THONET (2)

De este modo se volvieron asequibles a un público mayoritario y gracias a su nuevo sistema estructural, a su sobriedad formal y al sistema modular, Thonet revolucionó el mercado y la historia del mueble. (Más sobre la silla Thonet aquí.)