¡Buenos días! Hoy os enseño una pequeña serie de fotografías que hice este pasado sábado desde el Guggenheim de Bilbao, enfocando hacia la Universidad de Deusto por un lado y hacia el Puente de la Salve por el otro.
Visito varias veces al año este museo, por razones obvias, pero otoño es siempre mi estación preferida para verlo, ya que las vistas de los montes y árboles rojizos me atrapan como ninguna otra.
Además, procuro estar pendiente del reloj, para salir a la terraza que da a la ría a las horas en punto, pues es entonces cuando se activa la Escultura de niebla de Fujiko Nakaya. ¡Un espectáculo digno de experimentar!
No me canso de verla, de vivirla. Soy fácilmente impresionable y este momento siempre me parece que tiene algo de mágico. Pero la realidad es que el sistema que la genera es bastante bestia: Ni más ni menos que 1.000 toberas de agua-niebla activadas por un motor de bombeo de alta presión.
«Fujiko Nakaya es la primera artista que trabaja con la niebla como medio escultórico. La artista colabora de manera sutil con el agua, la atmósfera, las corrientes de aire y el tiempo. Sus esculturas de niebla, de naturaleza efímera y que requieren ser experimentadas, muestran cierta afinidad con el arte conceptual y el Land Art, pero también representan un giro radical en la historia del arte y la tecnología.»
Imágenes © Begoña Lumbreras